Norwegian se arriesga a volar lejos

En 1993, dos hombres, compañeros del servicio militar en la Fuerza Aérea noruega, recorrieron la costa oeste del país nórdico en busca de financiación para un proyecto: hacerse con la quebrada aerolínea Busy Bee, que operaba vuelos de corto radio en una región a la que el petróleo y el gas del mar del Norte habían concedido una súbita prosperidad. Algo más de veinte años después, Norwegian Air Shuttle, la empresa salida de esa operación, se ha convertido en la segunda aerolínea de Escandinavia —tras la antaño todopoderosa SAS— y la tercera mayor empresa de vuelos de bajo coste de Europa tras Easyjet y Ryanair. Y desde el año pasado, se ha aventurado en un mercado donde otras líneas de bajo coste han entrado y fracasado: los vuelos de largo radio.

Lea la noticia completa en El País.