Estos últimos años el desarrollo de los RPAS más conocidos como drones está creciendo de manera exponencial y cada vez más gente se ve atraída por este tipo de “juguetes”. Sin embargo, estas pequeñas máquinas voladoras ¿son tan juguetes como pensamos? Cada vez son más los vídeos que recogen imágenes de paisajes idílicos en Nueva Zelanda, manadas de leones en la sabana africana o el frenético movimiento de aviones en un aeropuerto. Aquí es donde surge el problema. El pasado 22 de julio, en las cercanías del aeropuerto de Heathrow, Londres, se produjo un incidente grave entre un A320 de British Airways y un pequeño dron sustentado por cuatro hélices. El piloto de British reportó al controlador aéreo el haber visto un pequeño objeto negro volando a unos 20 pies (6 metros) por debajo del ala del Airbus cuando se encontraba en final de la aproximación.
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