Ryanair se vio obligado el año a revisar a la baja su previsión de beneficio anual en dos ocasiones, con apenas dos meses de diferencia. El gigante ‘low cost’ veía cómo sus rivales le comían terreno en mercados clave (entre ellos, el español) y su respuesta fue lanzar una ofensiva de rebaja de precios y reinventar su modelo de negocio (empezando a tratar mejor al cliente), lo que tuvo un impacto directo en sus cuentas. Ahora Ryanair vuelve a crecer y, tras los dos ‘profit warning’ del pasado ejercicio, hoy ha anunciado una mejora de sus previsiones de beneficio para el conjunto de su ejercicio fiscal, que concluye en marzo de 2015. Su nueva estimación augura un beneficio neto anual de entre 620 y 650 millones de euros, frente a la anterior previsión que establecía una horquilla de beneficio entre los 580 y los 620 millones.
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