Durante los últimos días , Aprocta se ha reunido con varios actores implicados en el Servicio Nacional de Trasplantes con motivo de la implantación del Real Decreto 703/2016, que abre la puerta la supresión del servicio de guardia de control del tránsito aéreo fuera del horario operativo de aquellos aeropuertos que no operan 24 horas.
Hasta la fecha, los controladores aéreos han formado parte de un engranaje que agiliza los vuelos ambulancia, dándoles prioridad desde el inicio de su operación en el aeropuerto de origen, hasta la llegada a su destino, colaborando para que el operativo de trasplantes cumpla con las expectativas de rapidez y seguridad propios de la mejor organización de donación y trasplante de órganos del mundo.
Sin embargo, la normativa recogida en el Anexo IX al RD 703/2016, que ahora se está empezando a implantar en varios aeropuertos, permite la realización, en aeropuertos no H24, de vuelos IFR para asistencia médica urgente, incluyendo el traslado de órganos para trasplante, fuera del horario ATS publicado y sin la asistencia del servicio de control del tránsito aéreo en TWR.
Por este motivo, los controladores Álvaro Minondo, Mikel Goyarzu, Carlos Cavero y Gonzalo Martínez han trasladado a varios organismo implicados en esta materia, la preocupación de Aprocta por el impacto negativo que esta medida puede tener en la eficiencia y agilidad del proceso de transporte urgente de órganos para trasplantes.
Mikel Goyarzu, controlador de Madrid Barajas, y con experiencia reciente en el aeropuerto de Santander, puso en valor el trabajo de los controladores y su contribución para que el proceso trascurra con celeridad, cumpliéndose los plazos necesarios para que el órgano transportado llegue a tiempo. La supresión de este servicio podría suponer demoras en la salida y llegada de los vuelos ambulancia, una peor coordinación con los servicios aeroportuarios y la supresión de la asistencia que el servicio de controla presta a la aeronave, especialmente relevante en caso de situaciones de meteorología inestable, aproximaciones complicadas o problemas técnicos sobrevenidos.
Álvaro Minondo, controlador en el aeropuerto de San Sebastián, ha argumentado también la gran incoherencia que supone que todo el personal implicado en las maniobras necesarias para que un vuelo ambulancia despegue o aterrice deba acudir al aeropuerto, salvo el controlador aéreo. De esta forma, con la aplicación de lo recogido en el Anexo IX al RD 703/2016, los tripulantes y pasajeros de estos vuelos de asistencia médica urgente carecerán de la asistencia del controlador del tránsito aéreo en una fase crítica del vuelo, como es la llegada y salida del aeródromo donde operen.
Por último, Carlos Cavero, presidente de Aprocta, trasladó una vez más la preocupación de la Asociación por los perjuicios que la aplicación de esta medida pueda suponer en la probada eficiencia del sistema y la apuesta de la asociación profesional por el mantenimiento del servicio de guardia de control de tránsito aéreo en estas dependencias, que permita mantener el nivel de excelencia en la asistencia a este tipo de operaciones.