Queridos/as compañeros,
En esta ocasión, os escribo para daros las gracias en nombre de todos los que formamos la Asociación Profesional de Controladores Aéreos. El 3 de febrero de 2020 será recordado en APROCTA como un día importante para el control aéreo de nuestro país por dos motivos:
Estamos recibiendo un buen número de agradecimientos en nuestras redes sociales por el gran trabajo que realizamos ayer tanto en la crisis de los drones de Barajas como en el aterrizaje de emergencia del avión de Air Canada.
Parece que, poco a poco, y tras grandes esfuerzos, la ciudadanía va comprendiendo que nuestra profesión presta un servicio público básico para garantizar derechos fundamentales. Ahora deben entenderlo plenamente las instituciones.
Nuestra vocación de servicio público no se reduce a los días en que hay situaciones inusuales o de emergencia. Cada vez que un controlador aéreo está de servicio actúa de esta manera. Por ello, este agradecimiento es extensible a todos los profesionales de control aéreo, con una mención especial las personas que vivieron la gestión de esta jornada de primera mano.
Ayer también, a los compañeros de TWR de Madrid, les tocó activar por primera vez el protocolo de avistamiento de drones en las inmediaciones de Barajas. Una situación inusual, a día de hoy, pero bastante elocuente sobre el futuro inmediato al que nos enfrentamos los profesionales con la inclusión de las nuevas tecnologías en la aviación española. Desde APROCTA creemos, y llevamos años defendiendo ante las instituciones, que no puede haber ninguna revolución en nuestro sector sin tener muy en cuenta con la voz de los profesionales.
El 3 de febrero de 2020 nos deja dos ejemplos claros, por lo mediáticos que han resultado, que ponen de manifiesto la necesidad de que exista un Colegio Profesional de Controladores Aéreos. Nuestra profesión necesita agruparse en una institución reconocida constitucionalmente para afrontar los cambios y revoluciones a los que nos enfrentamos en los próximos años.
Para todo ello, contamos contigo.
Carlos Cavero, presidente de APROCTA