La Comisión Europea (CE) está elaborando nuevas estrategias para hacer frente al cada vez más intenso tráfico aéreo y uno de sus planes puede alterar radicalmente la apariencia de los aeropuertos. Se trata del proyecto “The Endless Runway”, o pista de aterrizaje circular, una especie de rotonda para aviones. Hans Hesselink, del Centro Aeroespacial de Holanda y líder del proyecto, que lleva años investigando la viabilidad de las pistas circulares, explica a la BBC las ventajas de las mismas, tales como aterrizajes menos turbulentos y aeropuertos menos contaminantes y ruidosos. La falta de capacidad en algunos aeropuertos es una de las principales limitaciones para el transporte aéreo. De ahí que la demanda para construir pistas de aterrizaje sea cada vez mayor. La pista es la parte más importante de un aeródromo. Necesita ser lo suficientemente larga y ancha para que los aviones puedan despegar y aterrizar sin problemas. Pero el impacto medioambiental y sonoro de las operaciones es enorme.
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