Air City Madrid Sur, el proyecto de un segundo aeropuerto para la región, suscita opiniones contradictorias en el sector del tráfico aéreo, dividido entre quienes defienden la necesidad de un nuevo terminal que complemente a Barajas y quienes sostienen que este aún tiene margen de crecimiento. Las palabras del presidente de Iberia hace una semana, alineado en el segundo frente, ahondan en el debate sobre si las previsiones de saturación en diez años justifican el desarrollo del aeródromo de Casarrubios, ubicado a 30 kilómetros de la capital. En paralelo, el Ministerio de Fomento analiza el plan y su impacto medioambiental.
Existe cierto consenso en que en más de diez años se duplicará el tráfico de Madrid. «Es verdad que Barajas puede crecer un 20 o un 25 por ciento más, pero si pensamos a futuro, con otra década de crecimiento sostenido, habrá congestión y se necesitará un segundo aeropuerto», valora Luis Vidarte, vocal de la Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (Aprocta).