Delta Air Lines dejó de ingresar 100 millones de dólares (89,2 millones de euros) por el apagón que sufrieron sus sistemas computacionales a principios de agosto y que obligó a la aerolínea a cancelar 2.300 vuelos en tres días, según los cálculos de la compañía. Este impacto incluye los gastos operativos que tuvo que afrontar la compañía para recuperar su suministro, sus operaciones aéreas y ofrecer alternativas a los pasajeros afectados. Delta Air Lines usó su flota de ‘jets’ privados como medida para restablecer la normalidad en sus operaciones tras el apagón.
Ver noticia en El Economista.