Para este 2016, uno de los hitos en la aviación comercial está siendo, sin lugar a dudas, conseguir el vuelo más largo sin escalas. Y es que verdaderamente las grandes compañías están inmersas en una competición por batir la última plusmarca. Se trata de una batalla por consolidar su presencia en los mercados de destino ofreciendo a los viajeros llegar a un destino muy lejano, al que antes había que emplear como mínimo una escala, y ahora en un tiempo récord. Alcanzar lejanos horizontes se ha vuelto, más que nunca, en una carrera por aumentar el prestigio y liderazgo.
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