No cualquiera puede llegar a ser controlador aéreo. Si ya de por sí se trata de un trabajo que exige unos umbrales de concentración y capacidad de gestionar situaciones de tensión muy superiores a la media, el nuevo sistema de acceso a la profesión instituido por el Gobierno socialista en el año 2009 amenaza con convertirlo en un segmento laboral solo apto para bolsillos acomodados.
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