Según un estudio de la Administración Federal de Aviación de EEUU (FAA) realizado por investigadores de la NASA en 2012 que, por motivos que no han quedado muy claros no había visto la luz hasta ahora, este colectivo se encuentra «extremadamente cansado». Al parecer, los controladores presentan altos niveles de fatiga crónica provocada por los horarios que impone su trabajo y que sólo les permiten dormir una media de 3,25 horas cuando tienen turnos de noche. Cuando no se da esa circunstancia, y según los datos recopilados a través de la monitorización de unos 211 voluntarios durante 14 días, esta cifra ascendía hasta las 5,8 horas.

Lee la noticia en Expansión.