El imponente cuadro de unos segadores en el campo no está colgado en su despacho por azar. Juan José Hidalgo (Villanueva del Conde, Salamanca, 1941) dejó la escuela a los 12 años para empezar a trabajar. «Araba las viñas, podaba las parras, segaba paja…», recuerda el presidente de Globalia. Eso sí, a los 12 años ya era su propio jefe: «Compraba pieles, las curtía y cuando juntaba un paquete, las vendía a un mayorista. El dinero que conseguía lo reinvertía».
Y es que si se sacara en papel el curriculum de Juan José Hidalgo, habría que talar algún que otro árbol. Desde niño ayudó a sus padres en la panadería y en el bar familiar, donde le sacaba alguna peseta al afortunado de una partida de cartas. E incluso tocaba la batería en el salón de baile.
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