Un nuevo modelo de ala que está desarrollando NASA en colaboración con Boeing en el Centro de Investigación Langley de NASA, mucho más ligera, estrecha y fina que las que actualmente conocemos, deberá ir sustentada con una riostra puesto que como sucede en los aviones de ala delta más pequeña, dado el incremento de longitud, deberá reforzarse el esfuerzo con dicha riostra. Cada «bit» de peso en un avión aumenta el consumo de combustible, las emisiones y en definitiva el dinero necesario para ponerlo en vuelo… Hasta un 50% de ahorro de combustible respecto a los aviones con la actual tecnología son las espectativas.
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