La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) confía en que en 2016 se puedan implementar la evaluación psicológica de los pilotos entre las mejoras propuestas por el grupo de expertos a raíz de la tragedia de Germanwings el 23 de marzo de este año, cuando el joven copiloto de un vuelo en la ruta Barcelona-Dusseldorf se atrincheró dentro de la cabina y provocó el siniestro, matando a las 150 personas a bordo.
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