El año que viene la empresa que gestiona los aeropuertos españoles estará en Bolsa y en las líneas de alta velocidad entre Madrid y Levante Renfe se batirá el cobre con un rival. ¿Qué tienen de común estos dos hechos? Según el Gobierno, que contribuirán a hacer más eficiente el transporte aéreo en España.
Aun cuando los viajeros no se den cuenta de que los 48 aeropuertos por los que transiten serán entonces propiedad de una empresa cotizada, Fomento entiende que todo será mucho mejor. Para el ministerio dirigido por Ana Pastor, todo son ventajas, ya que, según afirma, contribuirá a “fortalecer la gestión de Aena, a estimular el sector del transporte aéreo y al turismo y a desarrollar la operadora a escala internacional”.
La duda de algunos es si la privatización se ha diseñado para mejorar el sistema o hacer caja. A juzgar por lo que dice Fomento, el objetivo del proceso, iniciado este mes con la aprobación de la venta del 49% de la compañía y que culminará en noviembre cuando Aena salga a cotizar en el parqué, sería el primero.
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