os 71 pilotos en activo que TransAsia tiene para su flota de ATRs, están siendo entrenados y verificando su cualificación desde hoy mismo, ante una situación que se entrena habitualmente en los refrescos cada seis meses, en el fallo de motor y procedimiento posterior de emergencia en su gestión. Datos del CVR y grabaciones con la TWR, importantes en la investigación, aún no definitivamente analizados, comparados con los del FDR, en fase aún de investigación, que han ido trascendiendo quizás interesadamente, indicarían, en principio y con todas las cautelas dada la falta de Informe oficial definitivo, según señala un funcionario del equivalente a la DGAC española de Taiwán, habría habido una pérdida de potencia justo tras despegar del aeropuerto de Taipei Songshan, según señalaba el ASC (Aviation Safety Council), que induce a pensar que el tratamiento de la emergencia se gestionó de forma errónea, procediendo a apagar el motor que estaba operativo, en lugar del que indicaba el fallo y su posterior reinicio. De ser así estaríamos ante una evidente falencia en la formación de las tripulaciones para gestionar correctamente esas situaciones. Es decir, dentro de la cadena de errores ya tenemos otro factor concurrente como es la FORMACION. La prueba es la celeridad de la compañía en someter a un trainning de emergencia a todos sus pilotos. Incluso las operaciones con los ATRs están restringidas. Como señalábamos el pasado viernes una situación con alguna similitud fue gestionada correctamente por la tripulación de un ATR72-500 operado por Swiftair, con un motor de la serie «F» de P&W, y en condiciones probablemente mucho más desfavorables en España en junio de 2013 en Madrid-Barajas. Pero tambien hay antecedentes de errores en la gestión de fallos de motor, y la confusión en el motor a reiniciar en España, terminando en accidente.
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