En una torre de control como la de Barajas puede haber hasta diez controladores aéreos trabajando y en otro centro situado en Torrejón, el número de controladores supera los 50. «En cuanto el avión despega y se sale del área de dejurisdicción del aeródromo me lo transfieren», explica Jesús Pedraz, controlador aéreo de aproximación de APROCTA.
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