«Hoy estáis viendo el futuro de los viajes en avión». Con esta afirmación y un vaso de café en mano, ha presentado Michael OŽLeary, presidente de Ryanair, el nuevo paso de la aerolínea irlandesa en su cambio de imagen. Operativa desde esta semana tanto para Apple como Android, Ryanair ha lanzado su nueva aplicación móvil. Para el año 2016, el 90% de la población europea se conectará a su dispositivo móvil para realizar cualquier tarea. «Ya no es un móvil sino una navaja suiza para nuestro día a día», afirma Kenny Jacobs, jefe de Marketing de la empresa. «Nuestros clientes quieren poder hacer cosas mientras viajan en taxi», explica. Los usuarios podrán realizar a través de la app absolutamente todo lo que hacen en la web. Desde reservar un vuelo hasta realizar el «checkin» online. Y, como señal de su firme ambición de reescribir su reputación de «aerolínea difícil de viajar en», los billetes (boarding pass) se podrán descargar directamente al móvil. La empresa se despide así del temor a pagar los 15 euros de recargo por no llevar impreso la tarjeta de embarque.

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