El gigante ‘low cost’ había pasado toda la crisis incrementando sus ganancias. Ahora, su ofensiva comercial para frenar a sus rivales y el precio del combustible han arañado el beneficio. La aerolínea reduce un 8% el beneficio neto, hasta 523 millones, pero anuncia ya una mejora de resultados para este año hasta un récord de entre 580 y 620 millones de euros.
La compañía achaca ese descenso a la rebaja de las tarifas (del 4%) durante el año fiscal, la debilidad de la libra y al incremento del precio del combustible (la factura de queroseno alcanzó los 2.013 millones de euros, un 6,7% más). El consejero delegado de la aerolínea, Michael O’Leary, no ha dudado, a pesar de todo, en calificar de «decepcionante» la caída del beneficio.
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