El aeropuerto de San Pablo tuvo 3,7 millones de pasajeros durante el año 2013, un 14 por ciento menos que en el año anterior, cuando ya se había perdido un porcentaje similar. A pesar de estos datos negativos, el principal problema del aeródromo sevillano es que se ha convertido en un centro de vuelos de bajo coste, una tendencia que ha ido aumentando en los últimos años a la par que la crisis económica.
El diagnóstico de la situación en la que se encuentra San Pablo —y que será analizada la próxima semana en la Mesa por el Aeropuerto en la que están presentes todas las administraciones— pone de manifiesto otras carencias que son muy relevantes para tenerlas en cuenta a la hora de encarar el futuro.
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