El 30 de septiembre de 2015, un avión no tripulado despegó del aeropuerto de West Wales en Reino Unido, para realizar un vuelo de tes horas dentro de espacio aéreo controlado y no segregado. El vuelo fue tratado por los controladores de NATS como un vuelo tripulado normal, a pesar de que en este caso los pilotos estaban en una sala de control en tierra.